miércoles, 19 de febrero de 2014

Pastel de carne y tomates a la provenzal.

¡Qué frustrante es que la tecnología falle!
 Ya había escrito el 90% de la nota, sólo faltaba tener la autorización de una querida maestra para publicar su receta y ¡chaz! Se cerró esta cosa poseída por los duendes de la dieta o de algo así que boicotea el compartir la receta. ¡Contras! Ahora me toca dormir, mañana hay que poner exámenes e ir al consultorio... Reposarán en mi mente las intenciones, lo que quiero decir al compartir esta receta. Saldrá mejor. Benditos fallos de la tecnología.

Diría un adolescente... ¡Que choro! Me dio risa releerme, pero no voy a cambiar lo que dije, porque sí, de ayer a hoy, quiero decir las cosas un tanto distintas.

La cocina no era mi fuerte, ni mi débil. Simplemente la cocina no era para mi. Muchas veces nos decimos cosas como esas que limitan las posibilidades de disfrutar hacer y ser en diferentes formas. "Yo no soy artista" entonces no dibujo... "yo no soy bailadora" así que me quedo deseando pararme con la música... Yo decía: "yo no cocino..." 

Ya he contado cómo he aprendido de mi madre, mis hermanas, pero también Paty y ahora les comparto una receta de Aracely y otra de Alba. Aracely es un mujer, que hace muchísimo no veo, súper generosa, dedicada a su familia, a su trabajo y también dedicada a ella, le encantaba cocinar, ella preparó este pastel de carne para una reunión sencilla del grupo que estudiábamos una maestria, lo acompañó de ensalada verde, fue muy rico. Pero lo más lindo fue que, al decirle que nos gustaba, enseguida nos dictó la receta. Estoy segura de que fue una receta completa. Siguiéndola siempre me queda bien; un par de veces la hice de memoria, sin checar, quedó horrible. Ayer mientras la preparaba pensaba, porque ando trabajando en eso, que cuando algo sale mal, tenemos que regresar a lo básico, a pensar qué hicimos y dejamos de hacer, sobre todo cuando ese algo, que bien puede ser una relación, nos importa. Y revisarlo para hacer algo. Pues así con la receta, después de dos episodios súper frustrantes, me choca que la comida sepa fea o "x", regresé a la receta... Y ahí está, quedó buenísima.

Sin embargo, como en todo, o casi todo, algo bueno pero sin contexto, sin acompañamiento, no queda tan bien parado en la memoria. Y así fue ayer, con la misma generosidad que tantas veces he encontrado en ella, la Chef Alba Gómez, nos compartió una receta de tomates a la provenzal vía facebook. Y quiero hablarles un poco de mi encuentro con ella.

Regresé a vivir a Mérida en el 2000, pensaba probarme seis meses aquí para decidir si me regresaba a Cuernavaca, creo que no habían pasado ni dos meses cuando, enamorada de vivir en Merida, de estar cerca de mi familia y de mis amigas yucatecas, además de un par de golpes muy importantes de vida, ya había decidido quedarme. En 2002, junto con el huracán Isidoro, llegaron Alba y su esposo también a esta Ciudad, empezaron a dar clase en una de las primeras escuelas formales de gastronomía, antes de que estudiar gastronomía se pusiera tan de moda. Al poco tiempo, viviendo sola, con mucho trabajo pero algunas tardes libres, y el corazón románticamente desocupado, entré a tomar clase con ella. Se trataba de un taller de cenas formales, de tres tiempos, pensando en los festejos de Navidad y otras ocasiones formales. JURO, yo no quería ser "una buena mujer", sólo quería hacer mejor ese gusto aprendido de cocinar para los que amo, familia, amigas y amigos, eventualmente un compañero. Alba fue y es una maestra maravillosa, mujer llena de fe y de amor por los otros, generosa maestra, nunca me sentí torpe, hay algo en sus clases que hace pensar "¡claro que puedo hacer ese plato tan complicado!" Alba, eres una estupenda maestra, contagias las ganas de compartirá hacer del cocinar un acto de amor. Ayer pedí su permiso para compartirles las receta por este medio, enseguida dijo que si. Ojalá prueben estas recetas, y si no les gusta cocinar, compártanla con alguien a quién sí le guste, es muy rico cocinar con amigos, a mi, mientras aprendía mis primeros paso en Cuerna, los amigos me consentían, ponían música de Silvio y tomábamos vino... 
Así se hace una maravillosa tarde.

¡Van las recetas!

Pastel de Carne de Aracely Bermúdez! con ligeras modificaciones mías.. Como acitronar la cebolla antes.
1 kg. De carne molida mixta.
300 grs. de tocino de buena calidad, es decir, que se mas carne, sin tanta grasa. Si no se encuentra así, poner mitad jamón y mitad tocino.
1/2 cebolla morada picadita y acitronada con 2 dientes de ajo.
2 cucharadas de perejil desinfectado y picado fino.
1/2 taza de leche evaporada.
1 cucharada de mostaza Dijon.
1 cucharada de mayonesa.
1 huevo.
Sa y pimienta a gusto de la casa.

¡Facilísimo! Se revuelven muy bien todos los ingredientes en un tazón, se rocía con antiadherente o se le pone un poquito de aceite de oliva a un refractario y ahí se pone la mezcla de carne. Hornear por 50 minutos. Yo lo horneo primero tapado con papel aluminio y luego lo destapo por diez minutos para que dore. La carne suele reducirse, saca jugo que puede servir para bañar la rebanada de pastel de carne al servir, la verdad es que no sé hacer gravy, así que si alguien generoso puede aportar el como hacer una salsa con el jugo de carne, ¡será muy bienvenido!

Tomates a la provenzal, receta de la Chef Alba Gómez, (todo lo siguiente es tal cual ella la compartió por facebook):
"riquísimos para acompañar carnes, y si no, con un buen pan que si es artesanal ni te digo! 
y un buen vino estaría perfecto!)

"
INGREDIENTES

Tomates tipo saladette (pera) un kilogramo

sal gruesa al gusto
, pimienta negra recien molia al gusto

aceite de oliva de buena calidad cuarta taza

hojas de albahaca, un manojito
hojas de perejil, 
ajo picado finamente dos dientes

250 gramos de queso gruyere o ementhal o parmesano si te gusta mas, rallado.


PROCEDIMIENTO

lava los tomates, secalos y partelos en forma transversal por la mitad. Qúitales un poco de semillas, no todo, un poco es suficiente, y luego ponles sal y pimienta.
Con las hierbas y el ajo prepara un picadillo fino, y luego ponlo sobre los tomates.
Agrega la mitad del aceite de oliva y cocina en horno medio por veinte minutos.
Luego, cuidando de no quemarte, sacá la charola del horno y agregale la otra parte del aceite de oliva y el queso y regrésalo al horno por quince minutos mas.
 Deberá formarse una costra doradita y burbujeante que te den ganas de probar de inmediato!!
Viste que fácil?
Y es un manjar!!

¿No es una chulada como dicta la receta la maestra? 
JL y Leo estaban encantados, yo también, me llevó una hora hacer todo, es súper rápido, súper fácil, súper rico.





jueves, 24 de octubre de 2013

De la memoria y una receta de buñuelos de plátano!

Eso de la memoria.

Hoy en clase, primer semestre, una chica se preguntaba cómo es que un olor le trae el recuerdo de una experiencia, si era el olor por si mismo, si era aquello que pasó al lado de ese olor, si era otra cosa... y llegamos a hablar de cómo las emociones no reunen esos contenidos y fijan nuestros recuerdos.
Eso me pasa con los buñuelos de plátano. Me hacen sonreir y pensar en una de las amigas mas queridas en mi vida y su familia. Diana.
Esta Diana era loca.  O estaba, era, creo que no ha perdido esa cualidad. Así que habría que decir que Diana es loca. Me cae rebien su locura, me hacía y me hace mucho bien. Con Diana tomé clase de salsa, en Cozumel, los viernes en la noche, a pesar de que tenia que trabajar en Mérida esos mismos viernes por la mañana  (corria como loca, agarraba camión, agarraba barco y llegaba), de hecho, "por su culpa" o por su gracia, dejé un diplomado sin terminar porque me puso en la cara la pregunta sobre qué me hacia y haría en el futuro, más feliz.
Sí que hemos llorado juntas. Puedo presumir de haber estado allá, en donde ella estuviera, en momentos trascendentales en la vida. La amo. Me invita a ser libre.
Su mamá, Doña Nidia, hacia buñuelos de plátano cuando iba para allá... santo Dios, que cosa tan rica. Todo mi egoísmo se desplegaba cuando me mandaba con Diani un paquetito de esos, no invitaba a menos que la culpa fuera demasiada, pero creo que pocas veces fue demasiada. Su papá me dejaba manejar su coche para que pasearamos por Cozumel en el carnaval cuando teniamos 16, 17 años. A Diana no le daban el coche. Diana sólo se reía. 
Y ahora, la generosidad de esta familia permitió que en un dia de lluvia yo pudiera hacer en mi casa mis propios buñuelos...

Buñuelos de plátano.
Dos platanos macho o de comida, maduros, hechos yax, o sea, desbaratados con las manos bien limpiecitas.
Un huevo.
Una taza de harina.
Una cucharada de royal.
Azúcar o sustituto de ella al gusto, yo les puse miel y quedaron de lujo.
Un chorrito de vainilla.
Pizca de sal

Se mezcla todo hasta hacer una masa que no debe quedar aguada sino mas bien espesa, si queda aguda, se le puede añadir un poco más de harina y se rectifica el azucar.
Poner a calentar aceite, cuando esté bien caliente, se vierten una a una cucharadas de la masa tratando que no se deformen, las dos primeras quedan espantosas y ya luega uno le agarra el modo. Se dejan freir de un lado, se voltean y dejan escurrir. Es importante que haya espacio entre cada buñuelo para que no se peguen.
Esta masa da para unos 15 buñuelos, no se confien, yo digo que tres personas acaban con ellos. Son D E L I C I O S O S si te gustan los plátanos, o lo dulce o si te saben a Cozumel, amigas, familia.

José Luis probó el primero con escepticismo y luego me reclamó el porque no los había hecho antes...
No queda ni uno sólo.
Diana, gracias por tantos años de complicidad y por compartirme de tu maternidad, de esta hermosa niña que ha cambiado tu mundo. Espero que nunca pierdas tu locura.

viernes, 10 de mayo de 2013

Para mi madre... Filete Wellington

Hoy las redes están llenas de felicitaciones para las madres, para las tías que han sido madres, para las abuelas. Yo no le escribí una a la mía, tengo la dicha de tenerla conmigo, puedo hacerle sentir mi gratitud, admiración, amor, en persona.
Como en cada fecha de celebración, ella (años antes también mi hermana Ana y yo), mi hermana Soco que trabaja con ella, sus empleadas y empleados, trabajan durísimo para que Pastelería Mercy, en Chetumal, tenga abasto suficiente para sus clientes. Es su trabajo, pero no es fácil hacerlo cuando la mayor parte de las personas festejan: Navidad, año nuevo, reyes, día de las madres, día del padre... pero ellas lo disfrutan.
Así qué desde hace años, Ana y yo nos dedicamos a cocinar para la familia en esos días, la verdad ella es mucho mejor cocinera que yo, pero hoy no está en casa, ¡no tengo competencia! El punto es asegurarnos de que haya algo rico que comer o cenar cuando lleguen de trabajar para los festejos de otros.
Hoy hice lo que los cocineros expertos dicen que no debe hacerse nunca, experimentar con una receta por primera vez en un evento especial. Pero, ¡quedó rico!, así que se los comparto.

FILETE WELLINGTON.

Está mucho más fácil de lo que suena y queda rico y muy elegante.

Un filete de res entero, de 1.5 a 2 kilos.
3/4 kg. De champiñones.
1/4 de cebolla picada finamente, si hay chalotes, unos tres chalotes igual finamente picados.
Un manojo de cilantro.
Ajo picado, al gusto,
300 gramos de tocino rebanado finamente.
3/4 kg. de masa hojaldrada.
Pimienta recién molida y sal al gusto.
2 yemas de huevo batidas para sellar y dorar al final.
Bandeja con papel encerado para hornear, o cosa parecida que no se pegue.

1. Lo primero que hay que hacer es asegurarte de que el filete este limpio, sin grasitas pegadas. Se salpimenta generosamente. Mientras se hace todo eso, elige una sartén grande, ponla a calentar y vierte un poco de aceite de oliva. Sella el filete. Sellar es freír a fuego alto cada lado de la carne para dorarla, sin que se cueza demasiado. Es sólo para que los jugos de la carne queden dentro de ella y tenga buen color.
Hecho esto, pon la carne aparte, fuera de la sartén y fuego, cubierta con aluminio, esperando a que baje su temperatura.
2. Yo no se sí los cocineros dirán que esto es correcto, pero dado que esa sartén tiene un aceite ya con el sabor de la carne, yo usé ese mismo para empezar mis champiñones. Si fuera a hacer champiñones extras como guarnición, no lo haría, empezaría con sartén y aceite de oliva nuevos. Entonces, se vuelve a entibiar el sartén y se pone la cebolla a acitronar, cuando empiece a tomar color, añade los champiñones, con fuego medio.. Salpimenta. Añade tres a cuatro dientes de ajo picaditos, prueba para asegurarte de que el sabor sea rico, como si lo fueras a usar de guarnición. Añade al final cilantro picado finamente. Apaga el fuego. Cuando se hayan entibiado un poco, pica todo finamente o pásalos por la procesadora para que queden muy chiquitos, casi, SÓLO CASI, como una pasta. Separa.
Calienta el horno a 180 grados.
Una hora antes de servir, si lo quieres servir caliente, creo que tibio tambien puede saber bien, yo siempre prefiero toda la carne caliente, toma la masa  hojaldrada y extiéndela. Siempre hay que enharinar la mesa y rodillo antes de manejar la masa. La extiendes de forma rectangular, calculando que te de la carne a lo largo y también sea suficientemente ancha para envolver la carne.
Sobre la masa, unta la pasta de champiñones, generosamente, y sobre ella extiende el tocino, como en una capa, sobre el tocino pon la carne y envuelve. Es importante que selles las orillas de la masa, para ello se untan las yemas batidas, como si fuera un pegamento. Cierras el rollo, lo pones en una bandeja para hornear sobre papel encerado, barnizas el rollo con las mismas yemas, le haces unos pequeños cortes y horneas de 45 minutos a una hora... Dependiendo de que tan cocida quieres la carne. En la red encontré recetas que hablan de medir la temperatura, yo no tengo termómetro para carnes, así que calculé. Con 50 minutos quedó rojiza la carne por dentro, no cruda, como término 3/4.

Rico, rico, tardé como dos horas en todo el proceso pero valió mucho la pena, la acompañamos con suflé de papas y ensalada.

Tengo que decirles que busque en la red, hay muchas versiones, Doña Margarita dice que con ponerle mostaza Dijon es suficiente, es decir, sin los champiñones y tocino, lo intentaré después. Pero ¿qué diría mi queridísima Chef Alba? Maestra, gracias por darme las bases que me permiten intentar cosas como ésta. También por su sentido del humor, y por enseñarme a hacer el suflé de chocolate y los ostiones Rockefeller. ¡Qué paciencia la suya!

viernes, 29 de marzo de 2013

Pay de pollo y pimientos.

Pues este es uno de los platos favoritosde Itzel, la niña de la casa de mi madre, que nos ha regalado la alegría de un nené, es impresionante ser testigo de la fragilidad de un recién nacido pero, también, de la fortaleza que genera. La niña es una mamá hermosa, no nos dimos cuenta cuando se hizo mujer, siempre es nuestra niña.

Pues sólo por ella nos tomamos la tarde de descanso para cocinar, ella aprendiendo y dejándose enseñar, yo disfrutando de eso.

Pay de pollo con pimientos.

Previos:
Cocer dos pechugas de pollo, o tres muslos con piernas, en un caldo bien aderezado, con ajo asado, un par de rodajas de tomate, un pedazo de cebolla, orégano, pimienta y sal. Hay mil recetas para cocer pollo, se le pueden poner trozos de zanahoria, apio. Cualquiera es buena siempre que se haga con cuidado y procurando que tanto el pollo como el caldo tengan buen sabor. Cuando el pollo esté cocido, se saca, se separa del hueso, en pedazos no muy pequeños.

Si se van a cocinar pimientos para el pollo, pues puedes aprovechar y cocinar muchos para tener en el refri para ponerle a los sandwiches o quesadillas o comer solos como botana. Si es así, prepara unos ocho pimientos con una cebolla entera, si solo quieres los del pay, sigue la receta. Yo hice muchos y separé los que no van al pay en un recipiente, no van a tardar muchos días antes de que se los devoren.

Ahora si, para el pay.
Dos pechugas cocidas.
Dos pimientos rojos o amarillos, o uno de cada cual, cortados en julianas gruesas.
Un cuarto de cebolla morada cortada en julianas gruesas.
Tres dientes de ajo picados finamente.
Una taza de caldo de pollo.
Dos tazas de crema o dos latas.
Queso, puede ser mozarela, o parmesano o algún pedazo de camembert o brie que ande perdido en el refri. 150 o 200 gramos.
Un kilo de masa de hojaldre.

Primero el relleno:
Se pone a calentar la sartén y cuando ya esté tibia se le pone aceite de oliva, al calentar se agregan los pimientos y cebolla a freir un poco, se le pone sal. En unos minutos se le agrega el ajo picadito. No deben cocinarse mucho, la idea es que queden crocantes para el relleno. Si hiciste muchos pimientos, separa los que no van a servir para el pay, ponlos en su recipiente a enfriar para guardarlos y, el equivalente a dos pimientos déjalos en la sartén y agrega el pollo cocido y semi desmenuzado. Agrega la taza de caldo, checa el sazón y agrega sal y ppimienta si es necesario. Deja hervir ya apaga. esta preparación debe entibiarse antes de seguir en el armado del pay.

Cuando ya está tibio el pollo se le añade la crema licuada con el queso, sólo es importante volver a checar la sazón.

Se estira la masa y se cubren dos moldes para pay con ella, dejando masa suficiente para las tapas, escribiendo la receta me doy cuenta de que no sé explicar cómo se calcula cuanto. Lo aprendí haciéndolo, no teman, no pasa nada malo si queda chueca la masa, lo que importa es el sabor y así se aprende, se rellenan los dos pays con la mezcla de pollo y crema. Se tapan con la masa hojaldrada restante y se barniza con huevo. Al final se espolvorea un poco de azucar para que queden lindos.

Hornear a 180 grados, por 50 minutos a una hora. Deja enfriar un poco antes de cortar.

Con una ensalada simple de hojas verdes es una buena cena para amigos.





martes, 12 de febrero de 2013

Pescado a la parrilla con soya, jengibre, ajo y limón

Escribo esta receta antes de que se me olvide. La verdad es que no es  mía (me curo en salud pensando: ¡soy psicóloga, no chef!), pero después de ver dos programas de cocina en la mañana, decidí aventurarme y ha sido todo un descubrimiento. El jengibre es para una raíz a la que me voy acercando de poco en poco, ya la probé en té combinado con otros ingredientes y sabe delicioso, cuando vi esta receta se me antojó:

Se hace una marinada con:
1/2 taza de salsa de soya.
3 dientes de ajo súper picaditos.
1 cucharada de jengibre pelado y picado muy pequeño.
Jugo de dos limones generosos.
1/4 taza de aceite de oliva (la receta original decía otro pero yo usé oliva)
poca sal ya que la soya es salada y pimienta recién molida.

En esa marinada se ponen filetes de pescado, en esta cantidad se marina perfecto un kilo, y yo la dejé reposar sólo media hora. Marinar más tiempo el pescado no es muy conveniente pues se puede cocer con los ácidos, así que media hora es suficiente.

Ya marinados, se ponen a la plancha y.. ¡ya! yo los dejé cocinar como unos cuatro minutos por lado, para que no se secaran, poniéndoles un poco de la marinada para que se acentuara el sabor.
Quedó delicioso, voló el pescado, hasta me enojó un poco no tener más en el refrigerador porque estoy segura de que los García hubieran repetido. El jengibre da un sabor a limón intenso, pero sin saturar, es muy especial. Creo que es una receta que pega bien con arroz blanco sencillo, pero, dado que es un día de asueto y tenía tiempo, seguí e hice esta ensalada:

Tomates Cherry, cebolla morada en julianas, pimientos rojos, lechugas variadas, y... ¡Cus cus! todo aderezado con una vinagreta súper sencilla de limón con aceite de oliva, un chorritito de miel, sal y pimienta. BUENISISISISIMA.

Me gusta cocinar, es un hecho, me encanta comer rico, mañana no puedo cocinar pero Doña Margarita me salva con su cocina...

domingo, 10 de febrero de 2013

La casa de Yaya

Me encanta Mérida, esta ciudad en la que vivimos alberga lugares increíbles y no estoy hablando de la arquitectura, sino de los espacios para comer de todo tipo de cocinas. Ya iremos mencionando esos lugares que hemos descubierto. Pero la primer entrada para recomendar un lugar quiero que sea este lugar especial.
Lo descubrimos José Luis y yo un día que íbamos manejando para buscar un lugar que vendiera pollo asado, o algo así, para comer rápidamente porque no se había cocinado en casa. Pasamos por este lugarcito pintado de azul con rosa, vimos que era una de las llamadas cocinas económicas que hay por todas las colonias de la ciudad y decidimos bajarnos a probar suerte.

¡Qué cosa! Doña Margarita, dueña del lugar, es una mujer que ama la alta cocina, misma que ha enriquecido con sus visitas alrededor del mundo, igual nos puede contar en donde se come el mejor rissoto del mundo que hacer frijol con puerco, aunque la verdad, lo rico es comer la comida distinta a la que encontramos fácilmente.
Todos los días hay algo diferente que probar, un día comí un chuletón a la pizaiola D E L I C I O S O , pollo al horno con pimientos de colores, la lasaña es increíble, de hecho ya decidí que yo no vuelvo a cocinar la mía aunque me encante hacerlo, la de la Yaya es mucho mejor, ayer comí una ensalada de lechuga con aderezo con fresas y almendras que me sorprendió por lo sencilla y exquisita.
¿Cuanto? La comida del día, ¡40 pesos la ración! Me parece increíble, muchos días mi sensación es de haber comido un plato de la calidad de un restaurante de la mejor zona de la ciudad con un precio increíble. Los platos especiales pueden costar un poco más, pero eso, un POCO más solamente.
¡Vayan! Eso sí, no vayan con prisa, doña Margarita atiende personalmente, cocina, sirve, el ambiente es de gente que nos conocemos, sumamente agradable.
¿Dónde? En la Colonia Alemán, calle 29 por 32 y 36 número 298 A.


sábado, 29 de diciembre de 2012

Lasaña Vegeteriana. ¡La primer receta del blog!

¡Pues antes de lo que pensaba llegó la siguiente entrada al blog! Primero déjenme decir que si alguien tiene una sugerencia, comentario u observación a esta receta, ¡por favor háganla!. Yo prometo escribir lo que de verdad le pongo a cada receta, no suelo guardar secretos en esto. Como un día me dijo una elegantísima señora de nombre Sinuhé, "al compartir una receta es como si compartieras también un poco de tí, como hacer presencia..." Soy absolutamente amateur, quemé el agua hasta por lo menos los 26 años, el amor por la cocina me llegó tarde, así que las recetas que compartiré serán producto de ensayos y errores, y siempre va a haber una mejor.
¡Con mucho cariño para Vane que me la pidió!

Lasagna Vegetariana.
Esta receta es bastante fácil, de verdad, aunque se lea difícil, lo más complicado es la salsa bechamel que por años me quedó insípida totalmente. Ya le agarré la maña, va tan detallada como pueda.
Receta para un refractario grande, para 6 personas si la acompañas de ensalada:

Ingredientes y procesos parte por parte.
Salsa Bechamel.
1 Litro de leche entera. (La intenté mil veces con leche light o semidescremada, creo que es una de las razones por las que quedaba horrenda)
3 Cucharadas bien copeteadas de harina blanca.
1/2 Barra de mantequilla (no margarina)
2 Cucharadas de cebolla bien picadita.
1 cucharada de aceite de oliva, o menos.
 Sal, pimienta recién molida, nuez moscada, todo al gusto.

La salsa bechamel la hago un día antes para asegurarme de que tenga buen sabor, además de que al tenerla lista, todo lo demás es muy fácil de hacer.
En una sartén alta, se pone a freír la cebolla con un chorrito de aceite de oliva, ponle un poquito de sal. cuando esté acitronada agrega la mantequilla y cuando empiece a derretir, añadir la harina. El fuego debe ser de medio a alto para que la harina se dore. Esta parte no debes apresurarla, dora la mantequilla y harina moviendo constantemente, la pasta que se forma debe ir cambiando de color, quedar como un dorado medio, no obscuro pues ya se habrá quemado, ni clara porque la harina va a saber a crudo. Tal vez te llevará unos 6 a 7 minutos. Cuando veas que tiene ese color, se agrega la leche, que no debe estar fría sino a temperatura ambiente, poco a poco, revolviendo constantemente y ahora con la llama baja. Para mover la salsa usa una cuchara de madera, ignoro la razón, pero funciona mejor. Salpimenta, Toma una nuez moscada y ralla un poco sobre la salsa tal vez media cucharadita. deja que hierva e inmediatamente apaga. Prueba la salsa, debe tener un sabor delicado pero no insípido. Si tiene buen sabor pero grumos, toma tu orgullo, guárdalo un momento y pon la salsa en la licuadora y santo remedio. Si la salsa no tiene buen sabor, ¡no la uses! Intenta componerla con sal y pimienta. Ya lista puedes guardarla en el refri si vas a armar la lasagna para usarla al día siguiente.

Relleno de queso ricota, espinacas y champiñones.
1 kilo de queso ricota, un dia también lo hice con requesón, sabe muy parecido.
1/4 Kg de queso para gratinar, yo prefiero gouda o mozzarela.
Una cajita de champiñones, los crimini saben siempre mejor, si no hay, blancos.
Dos manojos de espinaca. Creo que serían unas cuatro tazas de hojas si usas de bolsa.
3 dientes de ajo picados chiquito.
1/4 de cebolla picada finamente.
Una cucharadita de hierbas de provenza o, epazote y albahaca.
Sal y pimienta.
Aceite de oliva.
Una caja de lasagna Barila, está precocida y te ahorrar la complicación de cocer la pasta antes.

Primero lava, desinfecta y corta como en tiras la espinaca, escúrrela muy bien, si le queda agua esa también se va al relleno y no lo ayuda. Los champiñones se limpian con un trapo húmedo para qutirles la tierra pero no se lavan porque también se humedecen en extremo, se rebanan.
Pon a calentar un poco la sartén primero, agregar el aceite de oliva y cuando este tibio añade la cebolla, ponle un poco de sal. cuando empiece a acitronar ponle el ajo, yo aprendí tarde que el ajo va después de la cebolla porque si lo pones primero se quema. También aprendí tarde que cada paso debe sazonarse para que el sabor quede mejor. Ya que esté acitronada, saca de la sartén la mitad de la cebolla y reserva a parte. Agregas los champiñones. cuando empiecen a cambiar de color agrega sal, pimienta y hierbas de provenza, si no tienes, ponle albahaca, o epazote, o los dos. No dejes que se cocinen demasiado. cuando estén cocidos pero firmes, sácalos de la sartén y reserva a parte.
Misma sartén, pon un chorititito de aceite de oliva, calienta. Regresa la cebolla que habías apartado y cuando estén tibias agrega las espinacas, estas se va a reducir muchísimo así que no dudes si crees al inicio que son muchas, ponlas todas. Salpimenta. Cuando estén cocidas sácalas de la sartén.
Pica un poco los champiñones, no demasiado chicos los pedazos, al menos a mí, me gusta sentir pedazos de champiñón en la lasagna.
Toma el kilo de queso ricota y en un tazón grande revuelve con los champiñones, la espinca y, de nuevo, prueba si tiene suficiente sal y pimienta. Puedes (o no) agregarle un huevo para que quede más firme el relleno, yo no siempre se lo pongo, se me ha olvidado y ¡nadie se ha enterado!
¡Listo todo! lo que sigue es armar la lasagna.
 Embarra con mantequilla el fondo del refractario, pon un poco como media cucharada (de esas grandes de cocina) de salsa bechamel en el fondo. Encima acomoda la primera capa de lasagna, pon relleno, sobre el relleno un poco de salsa (poca, para que no le gane al sabor del relleno), pasta, relleno, salsa, pasta, relleno, salsa y (ya que tienes tres rellenos) pasta, salsa bechamel generosamente y queso para gratinar. Tapa con papel aluminio y guarda en el refri hasta que la vayas a hornear.
Hornea la lasagna 45 minutos.

Aprendizajes con esta receta_
1. Aunque suene difícil, NO LO ES. Sólo dedícale tiempo.
2. Este relleno queda perfecto para la lasagna, rellenar caracoles de pasta o una omelete o quesadilla si te queda relleno.
3. Las capas de relleno no deben ser muy gordas, no sabe bien después, como un centímetro de alto para que no se sature el sabor.
4. Debe tener generosa salsa bechamel al final para que humedezca bien la lasagna.
5. Queda mejor si armas la lasagna horas antes, la refrigeras (se va humedeciendo la pasta) y luego la horneas, si haces todo al mismo tiempo queda bien, pero es mejor hacerla a pasos.

¡Que la disfruten! ¿me cuentas como te salió?